Subsidio a la compra de viviendas nuevas

¿Doy para que me des? 

El 16 de octubre el Gobierno anunció un proyecto de ley que busca promover la compra de viviendas nuevas con destino habitacional, ofreciendo un crédito anual de hasta 16 UTM durante 5 años a quienes adquieran una vivienda nueva entre la fecha de publicación de la Ley y junio de 2024. El 25 de octubre, el Senado despachó para su promulgación como ley dicho proyecto 

En suma, este consiste en la entrega de crédito contra el impuesto a la renta de carácter reembolsable,” que se reflejaría en una rebaja anual del Impuesto Global Complementario que haga el comprador, reflejándose en un derecho a devolución de hasta 16 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) por cada año hasta completar los 5 años ya señalados; enfatizando el Gobierno que este subsidio iría en directo beneficio a los sectores socioeconómicos medios.” 

Varios actores de la industria coinciden en que esta propuesta será clave para reactivar la industria de la construcción, que en los últimos años se ha visto afectada por el fuerte aumento del costo de los materiales debido a la inflación, la dificultad de acceso al crédito y al financiamiento, entre otros factores, pero, no nos engañemos 

En un análisis efectuado al sector, se estimó que una parte importante del sueldo de los trabajadores de clase media que son propietarios de una vivienda debe ser destinado al pago de las contribuciones. de hecho, se señala que se destina casi medio mes de su sueldo al año a este tributo.” 

Por otro lado, en este incentivo no existen certezas de que se impulse realmente la industria de la construcción, pues independientemente del monto y forma en que operará este subsidio (o a quién, en definitiva, beneficiará), lo cierto es que, no ataca las razones por la que se encuentra, hoy, deprimida la construcción en nuestro país; esto es. el aumento de las tasas de interés a los créditos, las barreras de acceso impuestas por los oferentes de créditos y el aumento del valor del pie en dichos créditos. 

Esta medida, por si sola, no soluciona el problema, pues como se puede apreciar, operará con posterioridad, dado que solo es una deducción de impuestos personales, post compra y, si se logra comprar, deberá pagarse igualmente el impuesto territorial correspondiente. De esta forma, y en medio de la crisis habitacional que afecta a nuestro país desde hace más de una década, en realidad, lo que se pretende es incentivar la compra de parte de la gran oferta (stock) acumulada de este tipo de departamentos y casas, que según cálculos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) alcanza a las 50 mil unidades en la Región Metropolitana y otras 50 mil en regiones. 

Para que exista un real impulso o incentivo a la industria de la construcción, que permita reducir el déficit habitacional y el stock de viviendas nuevas, resulta primordial mejorar o potenciar el acceso al crédito y establecer un incentivo real a los inversionistas mediante la creación de subsidios directos y específicos a la construcción que operen antes de la misma compra y, por qué no, la exención real de pago de impuesto a la primera vivienda, evitando así el *darte por un lado, para luego recibir por el otro. 

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