El “flipping” inmobiliario, es una práctica originada en Estados Unidos hace ya varias
décadas, que consiste en la compra de un activo generador de ingresos, generalmente, un
inmueble que es renovado y reconvertido, y luego vendido rápidamente con fines de lucro.
En resumen, no es más que la práctica de adquirir propiedades con el objetivo de renovarlas
o mejorarlas para luego venderlas a un precio más alto en un corto período de tiempo para
beneficiarse de la plusvalía.
Dentro de sus características, se puede señalar que corresponde a una compra estratégica,
dado que se necesita un inmueble infravalorado o con un real potencial de mejora; además,
se deben realizar mejoras significativas para aumentar el valor del inmueble y el objetivo es
venderlo tan pronto como sea posible para obtener beneficios materializados en el mayor
valor de venta.
Sin embargo, para que sea rentable, requiere una serie de requisitos, por ejemplo:
- Conocer y entender las tendencias del mercado inmobiliario y las oportunidades de
inversión. No es lo mismo un negocio rápido que un negocio lucrativo; - Contar capital inicial suficiente para la compra y las mejoras, debiendo tener en
cuenta los costos adicionales como los impuestos, los gastos de venta, los costos
generados por el financiamiento y el mantenimiento, en caso de no lograr una venta
rápida; - Se deben definir muy bien los cálculos sobre la inversión inicial, gastos de
remodelación impuestos y servicios; - Tener habilidades de renovación, es decir, poder realizar o supervisar las mejoras
necesarias en forma rápida y eficiente, pues se requiere actuar con rapidez para
reducir el margen de costos; y - Contar con las suficientes conexiones en el mercado, tales como acceso a agentes
inmobiliarios, contratistas y otros profesionales del área que faciliten este negocio y lo
complementen, para apurar el retorno de la inversión.
Dentro de las ventajas de este sistema, está el hecho de que puede generar beneficios
significativos en un corto período, así, el éxito del “flipping” depende de la rotación; además, ayuda a mejorar la calidad de las propiedades en el mercado, diversifica la posibilidad de oferta y de acceso a la vivienda y, ofrece una forma diferente de invertir en bienes raíces.
Sin embargo, como cualquier otra inversión que ofrece gran rentabilidad en un período muy
corto de tiempo, se debe tener claro que siempre implica un riesgo financiero y de mercado,
especialmente por la volatilidad; pues las renovaciones pueden exceder el presupuesto
planeado originalmente por gastos no anticipados, los cambios en el mercado pueden
afectar la velocidad de venta y los precios, por ejemplo gran excedente de inmuebles en
oferta, y la falta de experiencia puede llevar a decisiones erróneas y pérdidas financieras.
Así, y cuando la situación económica no es clara ni da garantías suficientes de mejora, el
“flipping” inmobiliario es una estrategia de inversión que puede resultar rentable en tiempos
de incertidumbre, siempre y cuando se den los factores adecuados en cuanto a las
condiciones iniciales y finales del inmueble y en los tiempos de reforma y salida al mercado.
Antes de embarcarse en cualquier proyecto de “flipping” inmobiliario, se recomienda
obtener asesoramiento profesional y realizar un análisis exhaustivo, ya que las condiciones
del mercado inmobiliario y las regulaciones pueden cambiar con el tiempo, por lo que es
crucial mantenerse actualizado sobre las tendencias y requisitos específicos en Chile.
Por otro lado, y siendo un elemento relevante, se debe tener sumamente claro el vehículo
jurídico a utilizar para hacer rentable este negocio, en donde el asunto tributario producto
del mayor valor de ventas de inmuebles, la posibilidad de la habitualidad y otros tributos
relacionados con la operación, pueden marcar la diferencia relevante a la hora de realizar
este negocio.